jueves, 29 de septiembre de 2011

Humanidad

Ya nadie se preocupa por el tipo que, desnudo, anda en bicicleta por todo el pueblo. Las bromas acerca del pobre asiento o de su trasero y su escroto paspados, habían pasado de moda. El viento y los movimientos propios del pedaleo balanceaban su pene, libre en su corto vaivén. Tal vez algún forastero lo notase, pero jamás ninguno dijo nada porque nadie decía nada.
Una vez, el ciclista había leído el cuento de un rey que quería el traje más costoso del mundo. A ese rey, unos vivos le vendieron ropajes que el monarca no veía, haciéndole creer que sólo los podían ver quienes tuviesen gran sabiduría. Así, anduvo desnudo un tiempo por todo el reino sin que nadie se atreviese a decirle nada.
Luego de reflexionar un poco sobre esa historia, el ciclista salió a rodar las calles, con la certeza de que estaba vestido de humanidad.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Muerte Capital

Soy un cajero automático,

no escupo billetes
los vomito en tu mano.
No sé tu código
pero estás numerado
como cada uno de estos papeles
que, sin decir gracias,
se dan media vuelta
y salen contando
su propia melodía.
Me voy vaciando y
los gusanos me verán como festín
cuando vuelva a ser humano.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Entre ellos y yo


Esperando al podólogo del inconsciente 2
Patricia Ferreyra (foto)


¿Nadie?
No digas eso
allí hubo muchos.

¿Todos?
Ni se te ocurra
allí no cabrían tantos.

¿Cuántos?
Ni lo preguntes
allí no vale contarlos.

¿Fantasmas?
Ni siquiera existen
allí sólo existís vos y los otros.

Lo que me causa tristeza

Esperando al podólogo del inconsciente
Patricia Ferreyra (Foto)

Se desarma se cae
se derrite cambia
dentro de mí, dentro de mí.

Se enciende se encarama
se vuela vuelve
dentro de mí, dentro de mí.

Se junta se acumula
se desparrama cuela
dentro de mí, dentro de mí.

Y no lo quiero acá
no lo quiero acá
me lo arranco de las grietas.

sábado, 3 de septiembre de 2011

El amor es el mundo


Foto: M. Agustina Pascual






El amor es el mundo y el mundo está verde en sus manos. El amor tiene tantas formas como quiera y a veces ninguna, hasta que encuentra el molde que le da forma. Como los elementos cuyas partículas siempre se dispersan, si no encuentran límites que las contengan.