domingo, 25 de diciembre de 2011

Extraña ¿interrogación?


Pasarle el cepillo
a las telarañas
de ciertos recuerdos,
deja limpios los rincones oscuros
del   pasado
o nos hace cómplices
del olvido

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Instrucciones para regalar un Feliz Cumpleaños.

Cuando usted regala un Feliz Cumpleaños, debe ser lo suficientemente cuidadoso de no adelantarse a la fecha, mucho más que cuando se le pasa de largo la salutación en el día preciso del acontecimiento. Todos saben que un saludo anticipado es de muy mal agüero, además de condenar al falso cumpleañero a aceptar un Feliz Cumpleaños que no le corresponde o a rechazar un regalo poniéndolo en descortesía, y eso, queda muy mal visto por los verdaderos festejados que ven arruinado su protagonismo.
Existe gente para quienes los aniversarios de sus nacimientos no son un día de felicidad, sino el recordatorio de la crueldad del tiempo que transcurre por sobre su carne, eso es porque se olvidan que un año más los puede hacer más sabios, y eso, trasciende las arrugas y las carnes flojas. En estos casos, el Feliz Cumpleaños se regala adentro de un libro de Gibrán, y se entrega envuelto en pañales de algodón perfumados con almizcle.
Pero como siempre sucede, cuando usted conoce la fecha aproximada en que alguien recuerda su nacimiento con alegría y no el día preciso en que sucedió el acontecimiento años atrás, es conveniente que emita un fervoroso Feliz Cumpleaños y lo coloque dentro de una cajita forrada de seda color ámbar, a modo de estuche, y ponga una bolita de naftalina junto con el deseo; -tenga cuidado de que la tapa quede bien sellada, que no sobresalga ningún sonido al cerrarla-, no es cuestión que éste, ande dando vueltas en la red, en el aire, en el universo tal vez, perdido, con el peligro de que pueda ser encontrado por un cumpleañero ajeno que se lo apropie. Con dicho paquete, entonces, nadie se arriesga a un mal augurio por anticiparse ya que el mismo homenajeado se encargará de abrirlo en el momento adecuado y usted no tendrá que aceptar una devolución, con el disgusto que esto implica una vez que uno ha entregado un presente, desde el pasado, sin pasarse de la fecha.

martes, 20 de diciembre de 2011

Respuestas sin preguntas




Si la vida es sueño según Calderón, y según Macedonio somos el susto de un sueño; nuestra irrupción en la vida ¿se cura con hipo? Ergo: Somos la respuesta a una pregunta que nadie ha formulado jamás.

Me encontraste hablando sola II

Pero dónde lo dejé la puta madre que no lo encuentro en ningún lado vivo en un departamentito de mierda así de diminuto y no puedo encontrar el jabón (…) Me tengo que bañar, ahora no voy a salir a buscar otro al almacén ya estoy medio en bolas(…)  Bue, uso el champú, total si hay champú para el cuerpo, a lo sumo se me va el frizz de los pendejos jejeje  linda el agua, liiindaaaa, laaaaa, fuiste mi sueño mi mejor canción, pero perdist... El agua, uh la puta madre me quedo sin agua, salí salí ¡ah, no! Tengo champú hasta en las ideas cómo sorete hago ahora ni un hilito de agua (...) Claro por más que cierre y abra no sale agua y tampoco si miro la ducha, la dicha de la ducha se fue por el drenaje y ahora ni eso, ¡ni eso! ¡Tengo un sifón lleno! Sí, ¡upssss! resbaloso, ¡no te me crucés Culoo! qué gata esta, ¡ahora querés la comida! (...) Menos mal que es verano (...) ¡Vacíos! ¿Todos? Acá estaba el jabón la puta madre que lo reparió.

Me encontraste hablando sola.



 Acabo de baldear el piso con mis lágrimas, ya está. Primero saqué todas esas cosas viejas que me ataban al pasado, incluso ropa de cuando era soltera. Luego, con eso sequé el piso. Listo. Como nueva.
Canté mientras borraba tus huellas, una genética dispersa por todo el comedor, demasiado oscura para mi gusto; lloraba y cantaba recordando las veces que quise hacer esto y no había podido. Y bueno, con paciencia todo llega, como el filo del cuchillo a tu cuello. Y no fueron mis manos, fueron las tuyas.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sobre Biografía breve desautorizada de Epaminondas Chazarreta, micro de radio de Laura Borletto.

Laura Borletto

Micro de Laura Borletto sobre Epaminondas Chazarreta, el libro.

Este micro de radio salió al aire el 7 de diciembre del 2011, en el programa Malas Compañías, de Javier Minetti, por radio City, 103.5 de Granadero Baigorria, Santa Fe, Argentina. Cada miércoles, Laura toma un autor y su obra y estimula con sus palabras el placer por la lectura. Escritora nacida y residente en Granadero Baigorria, tallerista de Patricia Bottale, participa de las antologías Botellas en el Agua de los talleres de dicha autora rosarina. Es una emoción enorme la que se siente cuando se oye hablar por primera vez de una obra propia, con tanto cuidado y respeto. Previo a la presentación oficial del libro Biografía breve desautorizada de Epaminondas Chazarreta, Laura hace una síntesis con detalles que consideró apropiado rescatar para compartir con el público. Quiero agradecer a Laura y a Javier Minetti por todo su apoyo a través de la radio y el periódico Planeta Baigorria.


domingo, 4 de diciembre de 2011

El viejo y el gato. Tercera entrega.

La mujer, en la cocina, con la cuchilla mejor afilada, trozaba la carne para cocinar un guiso. Con lo poco que tenía a mano, incluida el agua escasa, se había procurado algo de alimento para unos cuantos días. En medio de la nada y de la sequía, pocas eran las alternativas. Asar al gato les hubiese dado rienda suelta a las ratas para que la invadiesen, aunque esta plaga bien podría servir para tirar a la olla, pero le impresionaba demasiado la idea. Los perros ya estaban muy flacos para aprovechar algo de ellos y, además, confiaba en que sus ladridos la mantendrían alerta ante la presencia de algún extraño que anduviese merodeando la casa, aunque era bastante improbable dadas la pobreza y las condiciones del camino para llegar hasta allí. Sin embargo, había conseguido hacerse de una buena cantidad de carne que, bien salada, se conservaría durante un tiempo hasta que pudiese consumirla sin riesgos de intoxicarse.
El gato, a cada rato se le trepaba por los pantalones, escalaba sus piernas clavando las garras en la lona y le lastimaba la piel, el olor de la preparación era muy tentador. La mujer se sacudía, pero tenía que despegarse al gato del cuerpo con las manos para que se alejara. Ella lo miraba y le hablaba. No sé por cuánto tiempo estaré viva, cuando me muera podrás aprovecharte de mí, le decía y se sonreía recordando escenas de un pasado sometido al abuso. Por ahora, arreglate con ésto, y le arrojó un trozo de carne que sacó de la basura para entretenerlo unos momentos y librarse así, un rato, del animal. ¡Salga de acá, tragón!, le gritó, y la pequeña bestia salió de allí con su trofeo entre los dientes.
En la galería, la silla crujía como si estuviese viva, mientras tanto, los perros se acercaban, sigilosos, olisqueando la comida que pronto compartirían con su ama. El gato, ahogado, escupía la alianza del viejo. En el interior, la mujer silbó y tiró algunos huesos con carne corrupta a los perros.