jueves, 29 de marzo de 2012

Blanca y radiante

Para leer, escuchar este enlace: Antonio Prieto "La Novia" 1961


Fotografía del blog "La imagen en el S. XIX"
http://laimagenenelsigloxix.wordpress.com/about/
Anteanoche tuve una pesadilla. Me vi vestida como una novia con un vestido ocre y ajado; era una zombie o algo así y además fantasmal, porque podía levitar. Me sangraban los ojos como a esas estatuas de santos masoquistas. Los parientes me observaban asustados, aún así debía casarme. Nada detenía el sangrado que bajaba por mis mejillas y manchaban el traje que llevaba puesto. Un sueño en sepia, un vestido propio de principios de siglo XIX. 

miércoles, 28 de marzo de 2012

XX (equis, equis): Amanece. Y es una sentencia

Ya  no llueve. Desde acá veo al viento que peina el agua en la vereda y, al mismo tiempo, confunde el rumbo de la corriente del Paraná. La avenida conserva su sentido sin desorientarse y a los pies de la torre, los pasos de los primeros corredores matinales marcan su propio tiempo; tal vez sea el mismo que allá en lo alto se ostenta debajo de una cansada y renunciada veleta. No hay princesas para rescatar. No hay trenes que vayan a ninguna parte. Detrás, las islas dibujan brazos que no se cansan de remar, que nunca serán iguales, como jamás serán iguales nuestras vidas luego de su experiencia. Y amanece. Me quedo en la simplicidad de la mirada, en la sencillez de la observación y en la posibilidad de que todo cuanto escriba se vuelva absolutamente estúpido.
Hay quien piensa que a la gente que escribe textos breves, no se las puede considerar escritoras; luego, ignoro el grado de envidia que lleva a tal prejuicio. Una vida corta no es menos vida si ha dejado algo que la trascienda en el tiempo. La longevidad no implica haber sido constructor de la propia historia, porque aquella no depende de ninguna decisión. Luego, es posible que todo cuanto se escriba se vuelva absolutamente estúpido.
Abriendo la ventana penetra el aire húmedo cargado de peces, barro y barrancas sumergidas: El río no escribe su historia sino quien lo experimenta.
¿Por qué cosas luchamos en la vida, por cuáles sufrimos, por qué motivos nos separamos, nos diferenciamos, nos aplazamos, nos envenenamos, nos mordemos, nos acodamos, nos enterramos, nos debatimos, nos encerramos, lloramos?
Así como esa paloma recoge pacientemente pequeñas ramas para armar su nido y bebe agua de un pequeño charco que está cerca del río; así se reúnen acciones que por amor se ejecutan. La rama de un árbol, si no construye su cuna, es demasiado amplia para contenerla; el río es demasiado enorme para no ahogarla si lo que necesita es un poco de agua y con eso le basta.
Corona conclusión:
Mujeres: Evaluemos las cosas por las cuales realmente vale la pena luchar o sufrir, lo demás dejalo pasar, y no quieras abarcarlo y tenerlo todo, porque todo lo que sobra, está de más.

martes, 27 de marzo de 2012

Frases, preguntas y revelaciones para la posteridad


El "arca-buz(s)", ¿fue inventado por Noé?

Una de las bebidas favoritas del Conde Drácula es la sangría de Concha y Toro.

Quien Malasia, mal acacia.

Para el estreñimiento: Té de Sagota.

Para quitar el apetito, un té de Sayuno es lo más recomendable; también apto para recibir noticias inesperadas.

Para estudiar de noche, nada mejor que un té de Spierto.

Moria Casán y Lía Crucet hacen de nuestra Tierra un verdadero plateta.

En Corral de Bustos no hay mujeres despechadas.

Algunas cosas me perturban y me dejan más turbada que antes.

Para un mea culpa, ¿debo tomar diuréticos?


Alguien que vive en Toronto no es esturúpido.


Conocí un tipo tan imbécil que jugaba un número y después lo soñaba. Nunca entendió cómo funcionaban los sueños premonitorios.


Existe gente que podría catalogarse como depre-dadores, hablar con ellos es para caer en barrena rumbo a la depresión.

viernes, 16 de marzo de 2012

Superando formatos alienantes

Fotografía: Patricia Ferreyra.
- Esperando al podólogo del inconsciente 2 -




No tuve ningún amigo imaginario. Ni uno solo.

Recuerdo el terror de estar sola en la oscuridad y que, en la escuela, las monjas me enseñaran que podía decirle a Jesús que viniese a mi cama.

Hubiese querido tener un amigo imaginario.

Paro no, masia.

Fotografía: Patricia Ferreyra
-Rincón invertido-






El sapo supo y que se sepa
que la sopa supo a nada,
cuando la hicieron de piedra.

martes, 6 de marzo de 2012

Amanece, y es una sentencia.

Foto: (Patricia Ferreyra) Torre de los ingleses en la antigua Estación Rosario Central, en la ciudad de Rosario, Av. Weelright y Paraguay, vista desde una ventana del cuarto piso en el edificio del Sanatorio Británico. Al fondo, el río Paraná y sus islas.

Ya  no llueve. El viento va peinando el agua en la vereda y confunde el rumbo de la corriente del Paraná. La avenida conserva su sentido sin desorientarse y a los pies de la torre, los pasos de los primeros corredores matinales marcan su propio tiempo; tal vez sea el mismo que allá en lo alto se ostenta debajo de una cansada y renunciada veleta. No hay princesas para rescatar. No hay trenes que vayan a ninguna parte. Detrás, las islas dibujan brazos que no se cansan de remar, que nunca serán iguales, como jamás serán iguales nuestras vidas luego de su experiencia. Y amanece. Me quedo en la simplicidad de la mirada, en la sencillez de la observación y en la posibilidad de que todo cuanto escriba se vuelva absolutamente estúpido.

Hay quien piensa que a la gente que escribe textos breves, no se las puede considerar escritoras; luego, ignoro el grado de envidia que lleva a tal prejuicio. Una vida corta no es menos vida si ha dejado algo que la trascienda en el tiempo. La longevidad no implica haber sido constructor de historia, porque aquella no depende de ninguna decisión. Luego, es posible que todo cuanto se escriba se vuelva absolutamente estúpido.

Abriendo la ventana penetra el húmedo aire cargado de peces, barro y barrancas sumergidas: El río no escribe su historia sino quien lo experimenta.

jueves, 1 de marzo de 2012

XX (equis, equis): Elige la secuencia correcta ¿La hay?


En un mes que se dedica especialmente al amor, por causa de la invasión cultural de los EEUU y a la cual se adhiere con gran entusiasmo, les propongo una especie de juego de auto análisis sobre lo que sentimos respecto de esta emoción que es parte fundamental de nuestra existencia. Las tres primeras opciones son fragmentos de texto extraídos de la Biografía breve desautorizada de Epaminondas Chazarreta, libro del cual soy autora y que tiene, entre otras cosas, algunas reflexiones sobre el amor en diferentes momentos o estadíos. La última, corresponde a una de las tantas reflexiones del Ánfora Etrusca. La propuesta es acomodarlas de manera tal que sean correlativos en maduración. No hay una ley que indique con certeza cuál es la que corresponde a una relación inmadura o enfermiza, pero podemos intentar hacer un autoanálisis respecto de nosotros mismos y qué es lo que necesitamos. ¿Se animan?
A- “El amor, para muchos, es un sentimiento que despierta el egoísmo más abyecto que se procura el bienestar propio a costas del otro amado. No piensa en el otro más que en función de mantenerlo cerca a cualquier precio, inclusive, la infelicidad de la otra persona. Ese amor es absolutamente egoísta, no le importa lo que el otro sienta mientras éste esté satisfecho con su objetivo alcanzado. Ese amor no sirve más que para satisfacerse a sí mismo, creyendo, además, en lo sublime de su obra que lo soporta todo para sostenerse en su meta.”
B- “Cuando ese sublime y a la vez carnal sentimiento nos atropella como una locomotora fuera de control, nos destroza para volver a armarnos como un rompecabezas de mil piezas, nos deja dando vueltas sobre un único eje: la persona amada; cuando esto sucede, el desprendimiento de uno mismo debe ser el arte por excelencia, una virtud que permita al otro sentirse seguro y en libertad de decidir si desea ser amado de esa forma y si es capaz de amar así. Ese amor es respetuoso de sí mismo y del otro, y se basa en la autoconfianza y la reciprocidad y no en el ataque a la autoestima, las necesidades y los sentimientos heridos. Ese amor se banca la libertad de elegir del otro y se satisface en la felicidad de aquél, no solamente en la de sí mismo.”
C- “El amor es una jugarreta tendenciosa de nuestras propias debilidades, es un atentado al estado de calma, paz y sosiego que nos da la soledad cuando estamos bien con nosotros mismos; ergo, el amor no existe como sentimiento sublime, sino como una sublimación de nuestras propias carencias proyectadas en el otro”
D- "Creo que me enamoré, de ese amor consciente y asentado, del hoy, del proyecto individual no truncado. De ese amor que aporta y no quita, del que se sabe gastado de pasado y sólo quiere ser. De ese amor me enamoré. Del que sabe que todo tiene un final y sin embargo lo intenta y es feliz."