Algunas reflexiones, algo de humor, algo de nostalgia, algunos personajes que viven acá, cuentos, poesía, cosas que nos pasan, o no, porque nunca se sabe cuando es ficción o cuando es realidad.
Nada para decir, ya es mucho. Y no se trata de silencios, se tata de palabras lejanas que ya cumplieron su ciclo vital y murieron transformadas en lo que uno es. Cíclica la vida útil o inútil, depende de quien la juzgue. Y yo no soy quién para juzgarla; sólo soy para vivirla y transformarla.