Estas lágrimas sólo limpian momentos, a veces cierran pasados; dejan en el camino estatuas de sal de quienes jamás debieron mirar atrás. Las lágrimas no sirven más que para eso; porque no permiten crecer ni entender, solamente están hechas para limpiar.
Las lágrimas surgen independientes de una voluntad, o muchas voluntades conjugadas; aparecen porque quieren, se van cuando lo desean, vuelven sin pedir permiso y se alejan sin decir cuándo ni por qué. Ni siquiera a dónde irán, en qué sitio se transformarán en reposado mar.
Contradictorias, ambiguas, acuden al sentimiento; llegan, se congregan y fluyen con total descaro; se escurren, se chorrean... Pero esta vez voy a enjugarlas. No les daré el gusto ante su desfachatez pretenciosa y extrovertida; no dejaré que barran mi rostro con el salitre y conserven mi carne cuando yo perezca.
Lágrimas de tragos amargos, lágrimas de dolor, lágrimas de impotencia, ésas son.
Algunas reflexiones, algo de humor, algo de nostalgia, algunos personajes que viven acá, cuentos, poesía, cosas que nos pasan, o no, porque nunca se sabe cuando es ficción o cuando es realidad.
Páginas
miércoles, 20 de octubre de 2010
martes, 19 de octubre de 2010
Homenaje a Marcelo, todo por dos pesos
¿Qué nos pasa a las mujeres? ¿Acaso estamos locas? ¿Es posible que yo, que no tengo tetas viva en el planeta y Moria en un plateta? ¿Es posible digo, como dice Maitena, que estemos alteradas? Y si digo Maitena digo Maizena, esos alfajorcitos a los que he de renunciar para no quedar como una calesita. ¿Estamos locas?, reitero; porque si digo que me veo el ombligo es porque una planicie se abre entre mis ojos y las puntas de mis dedos gordos. Ahora, si en Corral de Bustos las tienen encerradas ¿no tendrán un par para mí? ¿Eh? Y si hay tanto té chino, ¿no puedo degustar bizcochos a mis anchas? Entonces pienso en las caderas, o en una cancha o una ladera... En la heladera tengo helado.
Ahora me despido con una frase para que todos re-flexionemos: "Se te cayó un billete de cien , agachate a recogerlo".
Ahora me despido con una frase para que todos re-flexionemos: "Se te cayó un billete de cien , agachate a recogerlo".
lunes, 18 de octubre de 2010
Este lunes no es igual a todos
Un lunes que no es igual a cualquier otro lunes que se conozca. No. No es lunes otra vez, ni es este maldito lunes, no, para nada. A pesar de las incertezas en las que vamos remando existe el hoy ya pasado que si lo he vivido intensamente se me pega en el ánimo y me adhiere la alegría de lo que me queda por delante. Sí, hay sabores dulces, amargos e intermedios; de cada uno de ellos he de probar inevitablemente pero me llevaré sólo los que me hayan permitido continuar con todo.
Tal vez sea una especie de alquimia que me permite transmutar los sabores detestables, esos que da miedo probar porque se sabe que después no se quitan con mentas.
No; no es un pesado lunes este. Es un día más que continuó al anterior en una sucesión que nadie sabe en qué momento terminará. Por eso quise un lindo domingo, y un lindo sábado y un lindo viernes; porque quiero vivir, a pesar de todo; es lo único que quedará cuando no esté.
Tal vez sea una especie de alquimia que me permite transmutar los sabores detestables, esos que da miedo probar porque se sabe que después no se quitan con mentas.
No; no es un pesado lunes este. Es un día más que continuó al anterior en una sucesión que nadie sabe en qué momento terminará. Por eso quise un lindo domingo, y un lindo sábado y un lindo viernes; porque quiero vivir, a pesar de todo; es lo único que quedará cuando no esté.
sábado, 9 de octubre de 2010
Sacate el antifaz, te quiero conocer

Se desprenden las caretas, tapujos sórdidos o inocentes reflejos que al discurso acuden sin dudar para dejar en evidencia la intimidad. No y no, afirman una identidad que no termina de asumirse, una reafirmación de lo dicho como no dicho. "No voy a decirte que moriré de soledad si te vas", pero se dijo, se pensó, se teme. "No voy a decirte que no soy nada sin vos", pero se ha dicho sin más.
El discurso trata de ponerse máscaras, pero desnuda cada vez más lo que intenta ocultar.
El discurso trata de ponerse máscaras, pero desnuda cada vez más lo que intenta ocultar.
viernes, 1 de octubre de 2010
Espera

Sé que es posible que haya esperado mucho o no haya esperado nada. Es posible que en la inmensidad de las horas que transcurren, cada segundo no exista como no existe la vida más allá de la nada. Es que en esta vastedad de lo corriente, temo por una ausencia infinita que me aparte de mí misma; ¿amor?, tal vez. Cada segundo, sea o no sea, acontece con una celeridad oprobiosa para mi finitud tan pronta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)