Bueno, creo que tardaré demasiado en acostumbrarme al teclado. Soy un tipo de servilleta y papeles sueltos, y también de mesas con polvillo. De vez en cuando dejo algo anotado en algún bar perdido por ahí, son esas cosas que me salen escribir cuando me vienen esas ganas de decir algo que no puedo hablar. Algunos ya me están diciendo que es una pena dejar lo que escribo por ahí, pero sé que hay alguien que los va juntando. Caramba, qué diferente es esto de apretar un cuadradito de plástico, porque siempre fui del manuscrito. Qué se yo. Tocar el papel, olerlo, aunque cuando es el papel que envuelve el sánguche de milanesa se complica buscar un rincón que no esté transparente. Pero me gusta olerlo. Qué asqueroso. Debe ser por eso que siempre ando solo. Solo sin acento
Algunas reflexiones, algo de humor, algo de nostalgia, algunos personajes que viven acá, cuentos, poesía, cosas que nos pasan, o no, porque nunca se sabe cuando es ficción o cuando es realidad.