para ser, para permanecer;
escribo para vivir, y morir
sintiendo
que lo he dicho casi todo.
Escribo
para mi herencia,
para que la tinta se me agote en el tintero,
para que sobreviva mi pensamiento.
Escribo,
para que se burlen
los intelectuales y los que saben
y para que compartan los sabios;
después de todo,
la verdad nunca la conoceré,
porque habré de morir
para abrir los ojos;
y ahí, recién ahí será,
cuando deje de escribir.
con varas en la arena
y en la tierra seca,
en el volátil polvo
de alguna mesa.
Escribo,
para dejar huellas
para jugar al espejo
para vivir en un eco.
¿Poeta?
inalcanzable
palabra
para mí.