lunes, 7 de marzo de 2011

XX (equis equis): ¡Es niña!

Abrir en pestaña aparte: Joan Manuel Serrat, 'Secreta Mujer'

El problema es de los hombres, del egoísmo de los hombres, del enfermizo sentimiento posesivo de los hombres, de la bajeza de los hombres, de esa miserable cobardía que los autoriza a usar la fuerza bruta contra un ser más débil físicamente y al que antes se le ha reducido la capacidad de resistencia moral”.
José Saramago


Ya es conocido que XX (equis equis), se refiere a la combinación de cromosomas que dan como resultado la concepción de un ser humano de género femenino. Soy una XX, y espero que no se me escape una tercera X en el teclado, porque tendré demasiadas visitas que se decepcionarían de entrar en mi blog. Desde el origen, por cultura y por decisión propia soy mujer; con mis hormonas revolucionadas desde hace un tiempo y que  reafirman más aún mi heterosexualidad. Caramba, que parece que es necesario recordarnos, conmemorarnos y festejarnos en un día en particular todavía, en pleno siglo veintiuno.
No creo en la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer, ellos tienen algo que yo les envidio y que me proporciona grandes momentos placenteros, y yo tengo algo que ellos no tienen y que desean fervientemente. En eso celebro la desigualdad; en lo orgánico. No en lo biológico como necesidades, porque esas las tenemos todos por igual y no me vengan a decir que no, mis queridas XX; una vez que hemos descubierto las maravillas del sexo con un hombre que sabe tratarnos, no tenemos retorno. Iba a decir 'vuelta atrás', pero podría generar un doble sentido que no cabría ahora; o sí. El caso es que el 'macho', lo entienda de la misma manera y no con esa mentalidad retrógrada de que la mujer tiene que hacerse rogar o peca de libertina. Pero ese es otro tema de largo debate.
Bien, como decía, me gusta ser mujer, y esta es una frase que carga, a lo largo de la historia, con muchas penas, alegrías, decepciones, certezas, engaños, desengaños, fidelidades, abusos, acosos, prejuicios, conveniencias y tantos otros avatares que nos hacen evolucionar y crecer como XX felices de ser quienes somos.
El sometimiento ha sido la clave para la conquista, tanto de pueblos y civilizaciones, como para la del género femenino. Aparte de la acepción más conocida de la palabra 'someter', cabría rescatar otra que también figura en el diccionario de la Real Academia Española: 'Proponer a la consideración de alguien razones, reflexiones u otras ideas.' Tal vez, durante siglos se pasaron por alto dicha concepción de la palabra. Pero ahora paso a la idea de 'conquista'; que se relaciona tanto con la guerra como con el amor. Conquistar, también es ganarse el respeto, la voluntad o el amor del otro, mediante otros caminos no violentos que deberían ser los únicos considerados como verdaderas acciones humanas. Y no se trata de que se tergiversaron los vocablos, sino de omisiones groseras, elecciones fascistas y parcialidades deplorables. Analicemos ahora la frase que he puesto al principio de este párrafo, con estas concepciones más civilizadas, de manera tal, que no sea más que usar los vocablos en sus correctas acepciones.
Somos resultado de los discursos universales. Las palabras son signos, básicamente, un significado y un significante, según Ferdinand de Saussure; pues entonces, estimulemos a quienes someten y conquistan por la violencia, a renovar los significados de los signos que están usando cuando discursean sobre nosotras, 'desdudemos' al macho, desnudémoslo, somos las orgullosas portadoras de los XX.