Podés leerlo escuchando esta canción: Let it be - The Beatles
Let it be
Está bueno sentarse a escribir escuchando Let it be, interpretada por los Beatles; no me interesa nacionalidad ni idioma, realmente puse este tema para poder escribirle una carta a él, que se fue así sin decir nada. Aunque no me crean, decidí que era mejor dejarlo ser, de la muerte no se vuelve.
Tal vez lo descubra en una paloma, en el dorado, ocre y amarronado otoño, en los pétalos de la primavera, en una ciruela en su árbol. No lo sé. Creo que estará en todas partes porque estará dentro de mí, aunque lo deje ser fantasma, trigo, una uva dulce y un vaso de vino tinto ahora solitario.
Dejarlo ser como siempre fue, como fue la vida que pudimos compartir, como fue esa tormenta abrazados debajo de la entrada de un edificio lejos de casa, o como la fresca sombra que encontramos en la imposible playa. Hubiese querido que siguieras conmigo acá, pero tuviste que irte, y sé que no es porque huiste de nada, simplemente dejaste que te llevaran, no sé si de la mano, como yo, o en brazos, como tu madre, o sobre los hombros, como tu papá y el tío Ernesto, o como el caballito del carrusel en la plaza de tu barrio. Déjalo ser, cariño, déjalo ser, porque no volverás.
¿Habrás pensado en mí cuando partías? Estoy segura que así fue, de lo contrario no estaría tan tranquila sabiendo que te hubieses sentido abandonado u olvidado, o distante.
Caramba, estoy mezclando mi relato con tu carta, ha de ser porque no puedo despegar lo que soy, de lo que fui con vos y de lo que seré con tu recuerdo. Un todo inapelable.
Puse este tema para escribirte, de la manera en que hablaba con vos, y resulta que hablo con todos, porque es imposible que no vuelva a verte, no sé si en alguien más una mañana, una tarde o en una hora inexistente, o en el trayecto de la luna, esa que me ayudaste a mirar a pesar de las lágrimas, que no se cansa de cambiar cada temporada. Porque también dejaré ser a esta vida acompasada por minutos interminables sin tus apuros para salir al trabajo o para llegar al cine, y tan escasos para hacer que deje de pensar en todo lo que odié el tener que dejarte partir para que seas.
Este todo inapelable, trató de escribir una carta y no pudo. La escribe todos los días en el colectivo, en una caminata, en el café con leche, en el embaldosado roto del camino en común.
Dejalo ser.