Energía potencial:
En un sistema físico, la energía potencial es energía que mide la capacidad que tiene dicho sistema para realizar un trabajo en función exclusivamente de su posición o configuración. Puede pensarse como la energía almacenada en el sistema, o como una medida del trabajo que un sistema puede entregar.
Fuente: Artículo de Wikipedia.org
Recuerdo aquel día que mi amiga me comentó sobre su infidelidad. Le dije, Pero si no sos casada ni tenés pareja, No estoy casada ni tengo pareja por eso mismo, porque soy infiel y lo reconozco. Eso me dijo ella rascándose una oreja con desparpajo de camionero esperando en un semáforo. Raro, porque era una mujer de ademanes suaves, de gestos finos, de movimientos sensuales, al punto que era un auténtico travesti en su femineidad, ellos son más femeninos que nosotras en sus posturas, incluso en su manera de encarar los enamoramientos ya que conocen a fondo el alma y deseo masculino.
Mirá, continuó diciéndome aquella tarde en el bar de la estación de servicio donde teníamos nuestra reunión semanal, Cada vez que encaraba una relación que se perfilaba estable, me daba cuenta de que cuanto más fiel y dedicada era mi actitud, resultaba ganadora en el concurso de cornamentas del estado de Missbull, o bien terminaba siendo la vaca atada del tipo al que ya no le interesaba mimarme, ganarse mi afecto; ¿para qué si ya me tenía? Hubo un tiempo que fui fiel, fui el fiel retrato de un ciervo en la sala de exposiciones de un taxidermista. Primero me enganché con charlas, conferencias, libros, videos, talleres y cursos sobre la mejor manera de llevar adelante a la pareja, sobre cómo superar la infidelidad, ¡pero iba yo sola! ¿me entendés? ¿Para qué carajo hacía todo eso?, ¿para aceptar mejor mi tiara ósea cornamental? Me harté de llorar, de echarme la culpa, de tratar de mejorar todo el tiempo ¿qué cosa? ¿mejorar qué, si es lo que hay? Conclusión: La pensé desde la cabeza, amiga, dejé el corazoncito de lado por un tiempo hasta que las cosas se acomoden. Como dice en un libro que leí sobre un personaje que se llama Epaminondas Chazarreta, que en realidad era el seudónimo de Simón Da Pena Rechazata, el tipo decía que "Andar tratando a la gente con el corazón en la mano, obliga a llevar, siempre, uno de repuesto" ¿Y sabés una cosa? No tengo más repuesto de loco. Ahora soy la infiel y no te das una idea de la cantidad de tipos que se juegan la cabeza por mí, para que les sea fiel. Se vuelven locos si saben que existe la posibilidad de tener que compartirte con otro, no sabés. Aunque creo que lo que más los inquieta es la idea de pensarse cornudos conscientes.
Entonces, le dije a mi amiga cuando hizo una pausa en su justificación, Pensás que vas a volver a ser fiel en algún momento, por lo que decís, no sé si estás conforme con tu nuevo yo. Es cierto, me dijo, No, no estoy conforme con llevar una vida así porque de verdad quisiera envejecer al lado de un amor, pero quién dice, a lo mejor el amor también es un juego perverso. Depende de cómo lo tomes, le dije yo desde mi experiencia no tan dramática, Si pensás que el amor está completo con una media naranja es mejor que no te dejés sacar el jugo. Tenés razón, Pato, tenés razón, pero es lo que me tocó pasar, me contestó. Cuando Roberto, ¿te acordás de Roberto?, Sí, le dije. Bueno, él me ayudó a darme cuenta de lo boluda que había sido y que si no cambiaba yo, iba a vivir repitiendo una y otra vez el esquemita de la cornuda consciente. Mirá, empecé a cambiar cuando decidí dejar de cegarme a las miradas de los otros hombres porque me sentía como una pertenencia, yo le pertenecía a la pareja de turno, como si fuese un ser asexuado para el resto del universo solamente porque estaba en pareja y debía ser fiel, entonces, en vez de enojarme porque miraba a otras mujeres mientras caminaba conmigo de la mano, empecé a mirar yo a los tipos que se me cruzaban, cuando él me decía que estaba gordita, yo que bajara la buzarda, él que me tiña, yo que se le estaban volando las chapas, él que se quedaba más tarde en el trabajo y yo que mejor porque también iba a llegar tarde y no sabía a qué hora, y me empezó a seguir, ocupaba tanto tiempo en seguirme, en preguntarle a todo el mundo a dónde había estado, a llamarme a cada rato hasta que me ahogó y se lo dije: Me estás ahogando le dije y terminé con él, que ya había dejado a la otra.
¿Qué vas a hacer entonces si encontrás a un tipo bueno, que te ame como vos querés, lo vas a tratar igual?, le pregunté y ella me contestó, Mirá Pato, hay que masculinizarse un poco para entender cómo funcionan, primero veo si funciona en la cama, después, les soy la infidelidad en potencia, para que no me aten como a una vaca.