Mito:
Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.
Real Academia Española
¿Qué sucedería si, de pronto, decidiese quedarme acostada? Vivir el resto de mi vida transcurriendo en un pequeño mar de poliester con un cincuenta por ciento de algodón, como una nave en zozobra, aislada del mundo al que miro displicente y que siento que ya no vale la pena transitar. Pero eso sí, con todo lo que necesito al alcance de mi mano: wiski, cigarrillos, chocolates y mortadela, placeres carnales, libros, lápiz y papel. Luego de ganar todo ese dinero gracias a mi última novela, podría hacerlo y pasaría a la historia como una escritora millonaria excéntrica. Ya puedo dormir en la gloria del encierro, en mí misma. Ahora no quiero ver a nadie cuando todos quieren verme. Me pondré al gato como pijama y usaré mis lentes de sol, quiero la persiana abierta, la ventana tiene vidrios polarizados. Ahora inventaré el mundo, antes lo recreaba. Tal vez mi casa sea un cuerpo flotando en un océano de aceitunas, me gustan verdes en salmuera, como si fuesen legañas empujadas por las lágrimas de todos los infelices que no han logrado nada. Yo tengo todo lo que necesito, justo acá, nada más. Tengo fama. Ya he pasado penurias antes, no necesito ni recordarlo ni mucho menos volver a vivirlo; y no soy caritativa, ni solidaria, ni religiosa; eso lo inventaron para hacerme sentir culpable. Tengo suficiente con todo lo que ya he leído y aprendido, ahora lo uso para mí, solamente para mí. Y todo eso me dará más fortuna, notoriedad, un encanto único propio de una escritora única y valorada más allá de su obra. Mi última novela, "El encierro de la dama en su tablero" se hará carne en mí. Seré un mito, mucho más que si me suicidara.