jueves, 22 de noviembre de 2012

Amanecida

Durante la madrugada, el viento jugó a la peluquería con el terreno de al lado. El pasto quedó esponjado y peinado, todo parejo, con grandes jopos sin gomina. Mientras ellos se divertían, yo miraba por la ventana. Afuera, la oscuridad; adentro, un poco de miedo.
Pero recién cuando amaneció, pude ver los resultados del escándalo.